Un estudio a 14.773 pacientes determinó que el 61 por ciento estaba contaminado por el químico y el 18 por ciento, intoxicado.
Con apenas 32 años, Carlos Ocampo (Nombre cambiado a petición de la fuente), un comprador de oro, sortea un problema grave: tiene dos mujeres y el apetito sexual se le redujo, por cuenta de su compañero más cercano en los últimos tres lustros.
Ese enemigo plateado y brillante que le produce problemas de virilidad se llama mercurio y tiene infestados a cientos de habitantes de cinco municipios del nordeste y Bajo Cauca antioqueños, donde es usado para la minería artesanal.
El rango aceptado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es hasta 10.000 nanogramos por metro cúbico en el aire y las mediciones indican que en la zona hay entre 10 y 20 veces más esa cantidad, de acuerdo con un estudio realizado para la agencia para el Desarrollo Industrial de la ONU (Onudi) por el profesor de la Universidad de British Columbia Marcello Veiga.
Segovia, uno de los municipios de la zona, es considerado el área del mundo más contaminado por este químico. Las consecuencias para las cerca de 150 mil personas del distrito minero de la región que están expuestas pueden ser desde problemas respiratorios, impotencia, pérdida de memoria, daños en las encías y riñones, temblores y locura, hasta la muerte. También, a través del mercurio que cae en el agua y en la tierra pueden darse mutaciones genéticas que, sin embargo, no han sido estudiadas.
Las autoridades epidemiológicas de Antioquia han medido la concentración del químico en personas expuestas desde 1999 y hallaron que de 14.773 pacientes estudiados hasta el 2007 el 61 por ciento estaban contaminados y el 18 por ciento intoxicados, es decir con más de 35 microgramos por litro en su orina.
Ocampo registró 358, es decir, 9 veces más. En el proceso de las amalgamas que le llevan en un mes salen en promedio tres kilos de mercurio.
Hace doce años, apenas con 20, empezó con un dolor de cabeza constante y luego vino lo más alarmante para él, la pérdida de ganas de estar en la intimidad con sus dos parejas permanentes.
Se aplicó el tratamiento con pastas de Cupripén y volvió a la normalidad, pero como siguió en el oficio, la enfermedad volvió hace dos años. Ahora, en su local muestra el mecanismo de filtros que recuperan el 99 por ciento del mercurio que mandó a hacer para evitar nuevas contaminaciones y dice que va a sacar unas vacaciones forzosas, mientras se alivia con el nuevo tratamiento.
El riesgo de sufrir los efectos de una intoxicación por mercurio acecha sobre todo a los pequeños mineros, los operarios de los entables donde se beneficia el oro y a los comercializadores que le hacen la última refinación, pero es una posibilidad para toda la población aledaña.
"Pasa como con el cigarrillo, no solo afecta al que fuma sino al que respira el humo", advierte Sandra Osorio, ingeniera ambiental de la Secretaría de Minas de Antioquia.
Esto, sobre todo en Segovia, donde los entables, las compras y las minas quedan en el mismo casco urbano, en medio de panaderías, cafeterías, supermercados y carnicerías.
Durante siglo y medio los pequeños mineros artesanales del pueblo han trabajado con mercurio. En todo el proceso se usa este químico, que entra por la piel y por todas las cavidades del cuerpo.
Tratado prohíbe el comercio de mercurio
Colombia está entre el centenar de países que en octubre del 2009 firmaron un tratado que prohíbe el comercio de mercurio en el 2013. Esto implica cambiar los métodos de los pequeños mineros, ya que las industrias grandes usan tecnología que evita el desperdicio. Antioquia, principal productora de oro del país, con más del 50 por ciento, tendría también la mayor contaminación por mercurio, dado que el 97 por ciento de esta minería se desarrolla de manera no tecnificada.
http://www.eltiempo.com/colombia/antioquia/la-peste-plateada-que-ataca-a-los-pueblos-del-oro-en-antioquia_8165001-4
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